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“La recesión comenzó con una crisis de valores”

Pedreño resaltó en el encuentro anual de Cepaim que el futuro pasa por empresas “en las que prime la persona”

 

La Fundación Cepaim celebró entre el 22 y 24 de febrero en Murcia su encuentro anual de Centros, Programas y Departamentos para hacer balance de la situación económica y política actual y planificar sus principales retos para los próximos años.

Las jornadas de trabajo comenzaron con una ponencia a cargo de Juan Antonio Pedreño, en calidad de presidente de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes). El director de Cepaim, Juan Antonio Segura, señaló que la idea era contar con una “aportación externa” de una persona que pudiera ofrecer una reflexión sobre las causas que han conducido al contexto socioeconómico actual y plantear las soluciones que pueden dar la economía social y el Tercer Sector de acción social.

Pedreño señaló que el actual escenario, “lleno de incertidumbre y dudas”, comenzó siendo una crisis de valores, que puso de manifiesto el fracaso de un modelo económico en el que reina la especulación, se busca el máximo beneficio en el menor tiempo posible y se peca de falta de previsión y planificación.

En su opinión, la solución pasa por apostar por otra forma de hacer empresa, en la que prime la persona, la reinversión de beneficios, la moderación salarial y la flexibilidad interna, “precisamente los principios que defiende la economía social, que traslada el mensaje de que la racionalidad económica y el progreso social son criterios compatibles”.

También resaltó que son empresas “que plantean el futuro desde la óptica de la sostenibilidad y los puestos de trabajo con perspectiva de futuro”, que han demostrado que crean empleo no solo en épocas de recesión, sino también en las de bonanza.

En este sentido, se lamentó de que a veces no se le reconoce a este modelo toda su importancia y cuando se produce algún recorte, “es al primero que tocan”. Por ello planteó como uno de los restos del sector transmitir a la sociedad y a los responsables políticos los valores de estabilidad y cohesión que aporta al tejido empresarial, que lo convierte en un elemento esencial para el futuro y un gran colchón para combatir la crisis. “Por suerte, en el caso de Murcia, el presidente cree en la economía social”, apuntó.

Pedreño, asimismo, consideró fundamental que se reconozca a las organizaciones representativas del sector como agentes sociales para que participen en todos los foros de decisión económica y laboral, así como en aquellos en los que se aplican las políticas de formación, de empleo, el desarrollo social y local, y fomento de las pymes

Otra de las líneas fundamentales de su discurso fue los puntos en común entre la economía social y el Tercer Sector de acción social, que comparten principios orientadores como el compromiso con el desarrollo local, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, la cohesión social y la inserción de personas en riesgo de exclusión social. “A veces no existe el conocimiento de esta confluencia, pero la economía social es vuestro principal aliado empresarial”, aseguró.

Por ello, planteó que ambos sectores “tienen que incidir juntos en la mejora de la situación actual que se está viviendo en España”. Las empresas de economía social, por un lado, facilitan la incorporación al empleo y las de acción social son clave para garantizar el estado de bienestar y la inclusión de personas con dificultades.