La proporción fue de 34 trabajadores accidentados por cada 1.000
Los últimos datos del Instituto de Seguridad Laboral de la Región de Murcia muestran que durante el primer semestre de este año la tasa de siniestralidad se ha reducido en un 6% respecto al mismo periodo de 2010. Esto significa, que de cada 100 trabajadores que sufrían algún accidente el año pasado en su puesto de trabajo, este año hay seis menos.
El director del Instituto, Tomás Pérez, señala que la tasa de siniestralidad sólo incluye a aquellos trabajadores con las contingencias de accidente laboral cubiertas. De este modo, indica que se continúa con la tendencia de los últimos años. En 2010 la tasa de trabajadores accidentados fue de 36 por cada 1.000, frente a los 39 por cada 1.000 de 2009, una reducción del 8%.
Pérez destaca el comportamiento de las cooperativas, puesto que según los datos de 2010, la tasa de siniestralidad se redujo en un 12%, para alcanzar una proporción de 34 trabajadores accidentados por cada 1.000.
El Instituto realiza cada año diversas labores de concienciación y sensibilización sobre la importancia de la prevención de los riesgos laborales. Una de esas actuaciones es la campaña ‘Crece en Seguridad’, que desde su primera edición en 2004, ya ha formado a más de 60.000 alumnos. Se trata de una iniciativa, que cuenta con la colaboración de Ucomur, dirigida a los alumnos de quinto de Primaria de colegios públicos y concertados de la Región, en la que se difunden hábitos seguros y saludables con los que prevenir y actuar con precaución ante posibles situaciones de riesgo en su vida diaria. Los técnicos de la Unión de Cooperativas se encargan de impartir las clases.
El director del Instituto de Seguridad Laboral indica que están llevando a cabo una campaña en la que los técnicos del Instituto visitan aquellas empresas que han tenido una mayor tasa de siniestralidad dentro de su sector. Además de hacerles recomendaciones sobre cómo evitar los accidentes laborales, les proporcionan un estudio económico, para que sean conscientes de que la siniestralidad laboral también supone un gran costo económico a la empresa (incumplimiento de los plazos, pérdidas de contrato, sanciones administrativas o responsabilidades civiles y penales).
“En la situación actual en la que nos encontramos, las empresas precisan tienen que ser competitivas para mantenerse en el mercado. La mejor manera de ahorrarse costes innecesarios es adoptar medidas de prevención”, argumenta.
También subraya que han puesto en marcha un servicio específico de intermediación para los riesgos psicosociales, aquellas situaciones que inducen al trabajador a un estado de malestar. El objetivo es que los trabajadores se encuentren a gusto en su puesto de trabajo, lo que repercutirá en su rendimiento.
Pérez destaca que el Instituto tiene como prioridad poner en conocimiento del tejido productivo cuáles son aquellas situaciones de riesgo más frecuentes. “Los accidentes se producen casi siempre por las mismas causas, si somos todos conocedores de cuáles son las causas de los trabajadores, evitaremos que se reproduzcan”, indica